Probablemente se trata de uno de los instantes más especiales de una pareja de enamorados: la pedida de mano. Especialmente teniendo en cuenta que uno de los dos ha estado tramando, seguramente contando con algún familiar o amigo que le ha echado un cable, cómo escoger el mejor momento posible para hacerlo.
Todo tiene que salir bien y, quizá lo que más nervios genera es cumplir con las expectativas de la pareja, empezando por sorprenderla gratamente, conseguir que sea de una forma original y, además, que su respuesta sea “sí, quiero”.
El acto de pedir matrimonio se convierte en todo un arte, en una verdadera declaración de amor y en el inicio de una nueva fase en la vida en común de los novios. El comienzo de una cuenta atrás muy dulce, llena de ilusión y de preparativos.
Todos buscan crear una situación única, personal y especialmente dedicada a su futuro marido/mujer. Algunas ideas creativas para obtener el ansiado “sí, quiero” son:
Es decir, los clásicos que piensan que volver a los inicios de la relación es una forma fantástica de cerrar el círculo.
¿Recuerdas a la perfección el lugar en el que os conocisteis? ¿o en el que os disteis el primer beso?.
Si es así y sabes que este sitio ha resultado igual de importante y de simbólico en vuestras vidas, vuelve a él con cualquier excusa, haciendo que parezca algo fortuito. Juntos podéis rememorar los inicios de vuestra historia, recordando algunos capítulos, y entonces, cuando hayáis repasado todos los tramos que habéis recorrido hasta hoy, coge aire y plantéale la gran pregunta.
El 14 de febrero con San Valentín como testigo sigue siendo uno de los días en los que más parejas se deciden a formalizar su relación y dar un paso decisivo. Aunque pueda parecer algo muy manido, lo cierto es que pedir matrimonio en este día tan romántico parece no pasar de moda.
Puede ser durante la cena, de escapadita o mientras os dais vuestros regalos. Intenta disimular, hacer como que es un día más que celebráis por costumbre.
Escondele el anillo dentro del regalo, y si estáis cenando en un restaurante, habla antes con el camarero o el chef para que cuando venga el postre se lo encuentre en el plato.
El aniversario siempre es un buen momento para dejarla con la boca abierta, y más si lo tuyo no es celebrar las fechas señaladas. Si eres despistado, mejor que mejor, porque no estará alerta, a menos que le vayas dando pistas. Así que mejor continúa haciéndote el olvidadizo. Actúa como si fuera un día normal y si te recuerda el día que es, no expreses demasiada emoción al conocerlo. Quizá se mosquee un poco, pero merecerá la pena más tarde ver su cara cuando te declares.
Si quieres que todo el mundo se entere, nada mejor como hacerlo bien visible. Si es verano y en vuestra ciudad o el lugar que has elegido para decírselo tiene playa, algo con lo que alucinará seguro es contratando los servicios de una avioneta de esas que sobrevuelan las costas con un cartel publicitario. Prepárate para el momento en el que pase la avioneta y que no esté despistada bañándose o durmiendo mientras toma el sol.
Cuando se dé cuenta de que ese cartel va dirigido a ella, no podrá ni creérselo.
Si sois más de secano, y el presupuesto está un poco más ajustado, también puedes jugar con las alturas, pero escribiendo la gran pregunta en el suelo. Si lo haces dentro de casa, asegúrate de tener el tiempo suficiente antes de que vuelva para colocarlo todo.
Puedes utilizar letras recortadas en cartulina, ya compradas, velas rojas o blancas para formar la frase, dejar cartelitos por casa con sílabas a lo largo del camino desde la entrada hasta la habitación o la sala en la que estés esperando.
También puedes pedirle que salga al balcón para ver si va a llover o cualquier otra excusa que sea creíble y que se encuentre con la sorpresa escrita en el asfalto frente a casa.
Si tienes un buen grupo de amigos que valen millones, pídeles que te ayuden y esperen bajo el balcón sujetando los carteles con las palabras “¿Quieres casarte conmigo?” o sustituyendo “conmigo” por tu nombre.
Si lo vuestro son las emociones fuertes, plantéate lanzarte mientras practicáis submarinismo, paracaidismo, puenting o cualquiera de vuestras actividades favoritas. Para eso la colaboración de la empresa con la que contratáis estos servicios o quienes estén cerca será muy útil e incluso indispensable, siempre pensando en la seguridad e integridad personal.
Conseguirás un día emocionante al cuadrado.
Si sabes que los focos no van a suponer un problema, y que la timidez de tu pareja no va a volverse en tu contra haciendo que lo pase mal, aprovecha un acontecimiento público como una obra de teatro, un concierto, una actuación de magia o un multitudinario evento deportivo al que acudís, para pedirle matrimonio delante de cientos e incluso miles de personas.
No podrás hacerlo, obviamente, si no cuentas con el consentimiento y aprobación de los responsables de ese acontecimiento. Así que infórmales antes de tus intenciones, preferiblemente con algún día de antelación.
Lo más seguro que es que les encante la idea y se ofrezcan de buena gana a ayudarte a cumplir tu sueño.
Los viajes por placer, durante las vacaciones son siempre un momento de desconexión en el que nos relajamos y sentimos, por fin, sin obligaciones y de buen humor.
Puede ser en alta mar, mientras paseáis como dos turistas más por los rincones más emblemáticos de una ciudad, o cuando os adentréis en un inmenso bosque lleno de paz y belleza… cualquier paisaje puede servir para declarar tu amor.
A la vuelta ya no sólo volveréis con muchas fotos y experiencias, también con una noticia fantástica para los vuestros.
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