Cada complemento cuenta, cada detalle y cada toque, porque todos los elementos son los que conforman la boda deseada, y el peinado, especialmente en las mujeres, admite muchas posibilidades para destacar.
Una a la que más recurren tanto la novia como las invitadas al evento son las diademas de flores, especialmente si la boda tiene lugar al aire libre porque es un buen recurso para mimetizarse con la naturaleza e ir acorde con el entorno.
Las diademas florales, además, favorecen a todos los tipos de rostros y no hace falta llevar un peinado muy sofisticado o un recogido para que queden bien. Se pueden llevar perfectamente con la melena suelta, de forma natural, aportando un estilo desenfadado a un look más primaveral.
Sí es cierto que este accesorio, dependiendo de qué flores lleve y cómo esté confeccionado, puede resultar poco económico, pero la solución para llevar una diadema de flores sin apenas rascarse el bolsillo, es hacerla tú misma.
De este modo ahorrarás dinero y le aportarás más personalidad, incluyendo algún elemento o colores que combinen con el vestido o con alguno de los complementos, como el bolso o los zapatos. También con el maquillaje y las sombras de ojos.
De una manera fácil y sencilla y con materiales asequibles que podemos encontrar en cualquier bazar multiprecio o en tiendas especializadas, y sin tener ningunos conocimientos previos sobre este tema, realizar una diadema es una tarea que apenas nos quitará tiempo.
Lo más importante no es habilidad o experiencia, pero sí paciencia y ganas de hacerlo bien para que quede pulcro, bonito y tenga un acabado profesional.
No es una tarea excesivamente complicada y cualquiera que tenga interés es totalmente apto para lograr un resultado fantástico.
Dependiendo del efecto que deseemos, necesitaremos unos materiales u otros. Además de las flores, la diadema puede incluir pasamanería, tela o tul, pero las protagonistas, obviamente, son las flores.
Para las flores existen varias opciones: flores frescas, flores preservadas o flores de plástico.
Cada una de ellas tiene una serie de pros y contras:
- Las flores frescas lucen mucho más, especialmente si tienen colores vivos y todavía conservan su fragancia, pero, por otro lado, se estropean rápidamente y si no les damos los cuidados oportunos, es posible que para el día de la boda ya no tengan el mismo aspecto.
Se suelen utilizar algunos trucos para que aguanten mejor el paso del tiempo con spray especial para flores y guardando la diadema en la nevera.
- Las flores preservadas son igualmente flores naturales pero que llevan un tratamiento previo para que parezcan igual de frescas como el primer día. Lo mejor de ellas es que pueden aguantar incluso 4 años con este mismo aspecto, por lo que la diadema estará perfecta si la queremos aprovechar para cualquier otro evento que tengamos más adelante.
La única desventaja que podemos encontrar al adquirir este tipo de flores es su precio, más elevado que las otras dos opciones, aunque las flores preservadas se pueden convertir en una inversión siempre que la diadema tenga más puestas.
- Las flores artificiales. Está claro que son las más económicas y las más fáciles de manejar. Pero hay quienes no conciben un tocado con flores de plástico porque no se ve igual de elegante este material que una flor real.
Los fabricantes de flor artificial se han puesto las pilas y tratan de elaborar piezas cada vez más realistas y de mejor gusto, haciendo que ahora haya más aceptación por quienes eran reacios a ellas.
Los elementos más esenciales para elaborar tu propia diadema de flores son:
Lo primero que hay que hacer es atar las flores en pequeños grupos o ramilletes con un trocito del hilo de alambre.
Cuando ya estén todos los ramilletes terminados, es hora de colocarlos sobre la diadema uno a uno, comenzando por uno de los extremos utilizando de nuevo el hilo de alambre, que pasaremos por el tallo y la diadema al mismo tiempo y superponiendo las flores sobre el tallo anterior para taparlos.
No hay que olvidar que habrá una parte en contacto directo o cerca de las orejas. Si recargamos demasiado esta parte con flores muy grandes, es posible que resulten fastidiosas o que estéticamente no quede demasiado bien, por lo que se recomienda usar las flores más grandes en la parte central.
Por último, para que los alambres no se aprecien y tampoco se enganchen en el pelo, con la pistola de silicona o el adhesivo, colocamos la cinta en la parte inferior de la diadema para cubrirlos.
De este modo las flores quedarán totalmente fijadas y la diadema presentará un aspecto cuidado.
Si nos queremos ahorrar alguno de los pasos en el caso de utilizar flores artificiales, en vez de unirlas a la diadema mediante alambre, podemos fijarlas directamente con la silicona caliente y así tampoco sería necesaria la cinta de tela.
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