Casarte estando embarazada ya no se considera ningún deshonor ni es nada que se tenga que ocultar. Todos esos prejuicios de antaño donde se consideraba una deshonra familiar contraer matrimonio en estado de buena esperanza, no tienen ninguna consideración a día de hoy.
No hay nada más bonito que crear vida y este pensamiento debería ser el que se tuviese en cuenta a la hora de elegir vestido de boda.
Luce con orgullo tu barriguita y disfruta de una ocasión tan especial junto a los tuyos y quienes os quieren escogiendo el vestido que mejor se adapte a tus gustos y tu estado.
Hay cortes y estilos que, principalmente por su comodidad, son los que más se prefieren cuando se superan las 24 semanas de gestación, es decir, los 6 meses de embarazo, en los que la tripa es ya bastante abultada y su peso se deja sentir.
Este tipo de traje nupcial es con toda seguridad el más utilizado por las novias embarazadas ya que cumple con todos los ideales de las novias más presumidas.
Es un estilo romántico, que proviene de la Francia napoleónica y palaciega del siglo XIX, que, dependiendo de los materiales, del escote y de los detalles que utilices para marcar la cintura, conseguirás un aire muy distinto.
Por ejemplo, si usas una cinta de raso, le dará sofisticación y sencillez, si utilizas un cinturón de pedrería, le aportará exquisitez, y si en vez de eso te decides por encajes y tejidos superpuestos más naturales, como la gasa o el algodón lograrás un estilo boho chic perfecto para las ceremonias en la naturaleza o al aire libre.
Además, este patronaje te permite tener el pecho bien sujeto, disimula un poco la panza y suelen tener una caída muy favorecedora.
Como el corte entre la parte superior y la falda se realiza bajo el pecho, no te oprime en absoluto la barriga y te permite una mayor libertad de movimientos, algo que es muy de agradecer, especialmente teniendo en cuenta la cantidad de horas que vas a tener que llevarlo durante la ceremonia y la posterior celebración.
Además, no llevan cola, y eso significa que no tendrás que preocuparte por hacer mil filigranas para recogerla cuando necesites ir al baño.
En esta ocasión lo que se pretende con este estilo es poner el foco sobre la barriga, pues el corte recto irá mucho más ceñido a tu figura, haciendo que se vea claramente tu estado de buena esperanza.
Si además estás delgada, te sentará como un guante y te dará mucha elegancia.
Otro de los tipos de vestidos en los que marcar bien el embarazo.
Suelen ir ceñidos al cuerpo hasta mitad de pierna, por encima de las rodillas, y a partir de ese punto, el vestido se abre aportando volumen, de ahí su nombre, puesto que esta parte del vestido simula una cola de sirena.
Aunque es muy bonito, quizá es más recomendable para las mujeres que se encuentran en el primer trimestre de embarazo, puesto que, si la barriga es ya lo suficientemente voluminosa, quizá resulte demasiado estrecho y el corte a mitad de pierna pueda ser un poco fastidioso para moverse con naturalidad.
Con esta variedad se logra comodidad al 100% ya que no lleva costuras que te molesten y directamente se deja caer sobre el cuerpo sin marcar ninguna parte de la figura.
Es un estilo sencillo y atemporal que admite muchas formas de personalización con pedrería o encaje, muy acertado tanto para mujeres de mediana edad como para las que les gusta darle a su boda un toque hippie.
Son ideales para novias con un embarazo muy avanzado y que se encuentran más pesadas y agotadas.
Existen vestidos de novia de corte en A y de escote en V. ¡No los confundas!
El escote en V hace referencia a la abertura del escote, en pico, pero no es un estilo de vestido, sino de escote exclusivamente.
Los vestidos de novia de corte en A son los que comienzan con una parte superior estrecha y se van abriendo paulatinamente desde las caderas, terminando por una falda con un poco de volumen.
Similares a los de corte en A, pero a diferencia de los anteriores, estos sí que marcan la cintura para luego abrirse en la falda con muchísimo volumen.
Se les llama de corte princesa por esa idea que tenemos de las faldas tan ahuecadas de los vestidos de princesa, formadas por muchas capas de tul.
Gracias a este volumen disimulan las caderas anchas, son muy hermosos y puedes elegir distintos escotes para combinarlos: escote barca, palabra de honor, de corazón, en V, etcétera.
En las bodas civiles de verano esta opción también es muy apropiada, pues un vestido corto nos dejará movernos con facilidad, no oprimirá el vientre y enfatizará la simplicidad.
Con escote halter, palabra de honor o de finos tirantes, resultará un estilo muy dulce e informal.
Para aportarle un poco más de protagonismo al look, opta por añadir algún tipo de tocado a tu peinado, marca el espacio entre el pecho y el abdomen con una cinta de raso, o añade detalles al vestido en organza o tul.
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