Comenzaron por estar presentes en algunos eventos comerciales y publicitarios donde los personajes conocidos posaban con el logotipo de la marca patrocinadora del evento a sus espaldas, y ahora se ha convertido en uno de los espacios de mayor espontaneidad de cumpleaños, bodas y otros tipos de celebraciones.
Si no estaba en vuestra lista de deseos de la boda perfecta, quizá os interese hacerle hueco a esta propuesta, que refrescará y relajará las posibles tensiones y la presión que a veces ocasiona el hecho de organizar esta ceremonia.
Un photocall es una zona habilitada expresamente para pasárselo bien y que, tanto los asistentes al enlace como los propios novios puedan retratarse de un modo especial, sin sentirse forzados a ello y con la ayuda de varios elementos que favorecerán el buen ambiente, dejando un recuerdo único de un día para no olvidar jamás.
Los photocalls tienen muchas posibilidades y el coste va a depender de las pretensiones que tengáis pudiendo encargaros vosotros mismos de crearlo de forma manual o contar con los servicios de una empresa profesional que se dedique a ello.
Si estáis interesados en promover el movimiento do it yourself, echad un vistazo por casa, seguro que más de un objeto os puede servir para montar vuestro photocall: un marco de un cuadro, una vieja escalera, algunas macetas del balcón y un puñado de geniales ideas.
En internet también podéis descubrir videotutoriales donde os explicarán paso a paso cómo convertir una cartulina o una pieza de goma eva en un chulísimo marco para selfies.
Pero si con todos los preparativos para la boda os veis demasiado desbordados como para buscar tiempo de debajo de las piedras, podéis pedir presupuesto para contar con un fotomatón ya preparado, sacando fotos de buena resolución sin tener que ir cada invitado con su móvil a todos lados.
Estos packs suelen incluir el alquiler del fotomatón entre 2 y 3 horas, dependiendo del tiempo que lo contratéis, personal que ayudará a quienes lo utilicen, dos copias por foto, el atrezzo durante el tiempo que dure la sesión de fotos, fondos para personalizar las instantáneas, un álbum con todos los recuerdos de ese divertido ambiente y la disponibilidad de tener todas las fotografías en formato digital.
A medio camino entre estas dos posiciones estaría adquirir un photocall a una de las muchas páginas web que los venden online junto con el resto de artículos que se suelen utilizar a modo de complementos para las personas que vayan a pasar por él: estrafalarias gafas, sombreros llamativos, alegres diademas, pelucas coloridas, bigotes de pega, bocadillos de cómic con palabras o frases ocurrentes… y otro montón más de elementos divertidos.
El precio suele ser muy económico y no es necesario comprar para todos los invitados, con una pequeña selección será más que suficiente. Recordad que no van a hacerse una foto todos a la vez y que estos accesorios los podrán utilizar en diversos turnos.
Si os gustan las fiestas temáticas o el entorno donde se hace el banquete favorece un determinado decorado, tenéis la opción de personalizar el fondo del photocall a vuestro antojo.
Tanto es así que hay algunos conjuntos que incluyen ya todo lo necesario para dejar volar la imaginación y competir por ver quién se hace la foto más sugerente, chistosa o gamberra.
¿Cómo quedarían vuestros invitados posando para la alfombra roja o como si estuvieran de viaje dentro de la mítica furgoneta Volkswagen de los hippies en los años 60?.
Sed creativos y añadid otros elementos decorativos que llenen el espacio y completen el decorado: globos, delicados telones, un baúl de estilo vintage, banderines con vuestros nombres, guirnaldas luminosas para cuando llegue el atardecer…
Siempre se puede tener de referencia el estilo y el ambiente general que le queréis dar a vuestra ceremonia para integrarlo dentro del apartado dedicado a las fotos y hacer que se funda con él dándole un toque vintage con un fondo de papel pintado de la época, fotos familiares en blanco y negro, letras en madera, un aspecto romántico con cortinas de tul, tonos suaves, flores frescas, o un aire rústico con palés, una bicicleta con cesta y algunas balas de paja.
Todos los aspectos que queráis que estén presentes en esta zona para que los invitados puedan retratarse con ellos son bienvenidos.
Momentos vividos, momentos compartidos
Por último, para que todas las imágenes puedan verlas sus protagonistas y el resto de personas que participan de la celebración, está muy bien tener la oportunidad de ponerlas en común.
No recomendamos Facebook o Instagram porque es demasiado engorroso, siendo preferible crear una cuenta en alguna de las aplicaciones que se utilizan especialmente para este propósito.
Una de las más empleadas por su sencillez y fácil manejo es Wedshoot. Y además es gratuita.
Con el registro se creará un álbum privado al que se asociará un código. Basta con que los invitados se descarguen la aplicación en su móvil e introduzcan el código que se ha creado para empezar a subir las fotos. Se puede enviar previamente a los asistentes por Whatsapp, correo electrónico o en la propia invitación al enlace.
Una de las utilidades es que cualquiera de las fotografías que se suban al álbum se pueden descargar en alta calidad, comentarlas o activar/desactivar el álbum en el momento que queráis.
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